En este artículo te explico por qué es importante enfrentarte con esos “defectos” que andan dando vueltas en tu vida para así dejar atrás la actitud negadora, posicionarte de una vez por todas con responsabilidad ante la vida y conseguir la felicidad que tanto anhelas.
Rompe el mecanismo negador y emprende soluciones desde éste instante
Por Ana Cecilia Vera
Con frecuencia aparecen señales en nuestro camino que nos alertan sobre algo que tenemos que revisar y solucionar. ¿Cuál es normalmente la actitud del común de las personas? “Se hacen los tontos” y eligen mirar para otro lado. Aún sonando fuertemente esas alarmas que indican que algo no está bien (como “incendios” a apagar), eligen “apagarlos por encima” sin ponerse en acción para encontrar cuál es la verdadera causa, la raíz de esos incendios. Es como si fingieran no darse cuenta que algo está fallando.
El hecho de enfrentarte a aquellos “defectos”, esas cosas que no funcionan en tu vida, suele indicar tener que hacer algo que está fuera de tu zona de comodidad. Implica que tengas que hacer algo completamente distinto a lo que venías haciendo, quizás a arriesgarte a ser rechazado, a pedir algo que necesitas, pedir y exigir ser respetado en una relación enfermiza, abandonar tu trabajo actual, o incluso cambiar de carrera. Pero…
¿Qué pasa cuando a menudo te defiendes aguantando un contexto y realidad que no te hace bien y que tú bien sabes que no lo quieres?
Llamo negación a esta actitud. A pesar de que las situaciones adversas de nuestra vida puedan resultar difíciles, dolorosas, incómodas, ¿qué es lo que hacemos con frecuencia? “Escondemos la basura debajo de la alfombra…”, hacemos de cuenta “que no es tan así”, vivimos auto justificándonos con explicaciones tranquilizadoras temporales. El gran problema es que ni siquiera nos damos cuenta de que estamos parados en esa negación. ¿Cuáles frases podrían actuar como negadoras?
• Yo sé perfectamente lo que tengo que hacer.
• En realidad sí se perfectamente como actuar, sólo que ahora…
• Realmente me fascina estar solo.
• Mejor no hago nada ahora, por las dudas.
• No creo que hacer algo ahora cambie las cosas.
• Todos lo hacen de esta forma, por eso yo…
• En cuanto esté totalmente preparada me arriesgaré.
• Si me arriesgo a esto que amo, perderé –tal cosa-…
• Por suerte sólo fumo 1 cigarrillo al día.
• El lunes comienzo la dieta.
• Yo soy así…
• Cuando tenga el dinero lo haré.
• Me está yendo muy bien en el trabajo, estoy ganando mucho dinero por eso vale la pena tanto esfuerzo.
¿Te suena alguna de ellas? Estoy segura de que sí.
Sigue estas estrategias para cortar este mecanismo de auto-negación.
1. Siéntate contigo mismo en un lugar tranquilo, toma un papel y un bolígrafo.
2. Pregúntate ¿qué cosas no están funcionando en mi vida? Sé sincero contigo mismo y reconoce aquellas situaciones que has venido evadiendo. Al hacerlo, menos dolorosa será la manera de resolver lo que haga falta. Escríbelas.
3. Identifica y escribe las maneras en que estás auto justificándote y negando la realidad. ¿Con cuáles pensamientos o conversaciones internas (parecidas a las que te escribí anteriormente) te “explicas” la situación para evadirla dándote una tranquilidad temporal?
4. Ponte en acción y busca las razones y motivos por los cuales no están funcionando las cosas que escribiste en el punto 2. Pregúntate: ¿por qué no funciona o no ha funcionado –tal cosa-? Así mismo escribe las posibles soluciones que les darías. Esto te ayudará a no preocuparte tanto por defender tu posición y continuar en la ignorancia.
5. Escribe en un cartel grande y ponlo en un lugar donde lo veas seguido que diga: “Estoy dispuesto a ver las cosas como son y a enfrentarme a ellas, aunque no me gusten, en lugar de ocultar y negar la realidad”.
Espero que sigas estas pautas querido lector. Recuerda que tú tienes la decisión para hacer que las cosas que no andan bien en tu vida, cambien. Ponte en acción, analiza, decide, acciona. Dale un nuevo rumbo a tu vida. Corrige los defectos que andan dando vueltas en cada área de tu vida. Haz un plan para solucionar y mejorar lo que haga falta paso a paso, prioridad por prioridad.
¿Estás negándote a ti mismo lo que de verdad te gustaría estar siendo, haciendo y teniendo?
¿Continúas insistiendo en lo feliz que eres en ciertas áreas de tu vida cuando en verdad no es así?
¿Vives una mentira?
¿En qué crees que se sostiene la negación? Me gustaría tu opinión especial querido lector, compártela conmigo…
Un abrazo con todo mi corazón,
Ani Vera
