Apuramos el paso.
Apuramos el trato con los demás.
Apuramos el trabajo, la comida, el café.
Apuramos las caricias y las sonrisas.
Vivimos apurados.
Las hojas doradas del Otoño cayeron y no las vimos.
El viento del Invierno dibujó con ellas filigranas
de oro y plata y no nos dimos cuenta.
Los árboles comenzaron a vestirse de verde
y los pájaros ensayaron los primeros trinos
y no los vimos ni escuchamos.
El Verano estalló luego con sus ruidos
y colores y nosotros solo estuvimos sofocados y corriendo...
Pensemos... ¿para qué tanta prisa?
Si todo se va a realizar en su momento justo.
Alguien escribió hace mas de dos mil años:
"En este mundo todo tiene su hora,
hay un momento para todo cuanto ocurre:
Un momento para nacer
y un momento para morir.
Un momento para plantar
y un momento para arrancar lo plantado.
Un momento para matar
y un momento para curar.
Un momento para destruir
y un momento construir.
Un momento para llorar
y un momento para reír.
Un momento para estar de luto
y un momento para estar de fiesta.
Un momento para esparcir piedras
y un momento para recogerlas.
Un momento para abrazarse
y un momento para separarse.
Un momento para intentar
y un momento para desistir.
Un momento para guardar
y un momento para tirar.
Un momento para rasgar
y un momento para coser.
Un momento para callar
y un momento para hablar.
Un momento para el amor
y un momento para el odio.
Un momento para la guerra
y un momento para la Paz."
Como la vida es una sucesión de momentos, tratemos de vivir cada uno de ellos sin apuro,
con tranquilidad.
Escuchando a nuestro prójimo, viéndonos a nosotros mismos en cada uno de ellos; no sea cosa que ellos también pasen corriendo a nuestro lado sin escucharnos.
Vivamos esa cadena de momentos que es nuestra vida, alegres y en paz con los demás y con nosotros mismos.
Tratemos de dar brillo todos los días a los eslabones de la cadena con nuestros actos.
Caminemos despacio y sin pausa, mirando a nuestro alrededor. Admirando y respetando la maravillosa Creación, que es un ejemplo. Sin correr, sin apuro, porque todo tiene su tiempo.
Fuente: Tomado de Vitaminas para el alma
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