“El distraído tropezó con ella;
el violento la utilizó como proyectil;
el emprendedor, para construir;
el campesino, cansado, la usó como asiento;
el niño jugó con ella;
David mató a Goliat
y Michelángelo le sacó la más bella escultura…
En todos los casos la diferencia no estuvo en la piedra…
estuvo en el hombre”
Autor desconocido.
¿Desde qué lugar miramos?
¿Puedes ver el poder que existe en la interpretación?
¡Qué tengas un hermoso Viernes!
Con amor,
Ani Vera
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