Entonces terminas sintiéndote cansado e insatisfecho. Intenta reemplazar tu lista "para hacer" con una lista "para ser".
¿Quién quieres ser mientras estás encaminado a tus logros?
¿Cómo te quieres sentir?
¿Qué experiencia interna te gustaría disfrutar detrás de tus actividades?
A menos que coloques tu intención acerca de quien quieres ser y como te quieres sentir, errarás tu verdadera meta, que es la felicidad. Determina tu intención para que el alma esté satisfecha y mira a tu vida despegar, espiritual y materialmente.
Antes de escalar la ladera del éxito, asegúrate que estás apoyándote contra la pared correcta.
Puedes conseguir lo que piensas que quieres, o puedes conseguir lo que tú realmente quieres.
Todos los pensamientos son plegarias, y todas las plegarias son respondidas.
Pide más con tus pensamientos e intenciones que con tus palabras.
De hecho, estás orando en todo momento.
Cada pedido que viene del corazón, es una plegaria.
Pide por los sueños de tu alma, no por los de tu mente.
Cuando la mente y el alma esten alineadas, conseguirás la unión mística que saque a tu cabeza fuera de la arena y se dirija al cielo.
¡FELIZ 2010!
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