¿Admiras a alguien por sus valores y principios?¿Sientes que esa persona cambió algo en tu vida inspirándote y motivándote con su ejemplo?
¿Sientes que te animó a descubrir tu potencial, dándote nuevos ojos y permitiéndote arriesgarte a ir por más?
Querido lector, esa persona es un Líder.
Un líder te despierta del sueño en el que estabas de la pasividad y la resignación de no poder cumplir eso que deseas y te posiciona en la preparación y rapidez para ir a buscarlo y alcanzarlo.
Un líder te ayuda a identificar tus verdaderas prioridades de vida, aquellas que no puedes "ver" pero sin embargo deseas y tienes urgencia de lograr.
Un líder no solamente es un líder solo por tener ese puesto o esa posición en una compañía. Es un líder por enaltecer y vivir su visión y filosofía de vida como ser humano que es, intentando mostrar a cada paso como cada acción te acerca a tus logros y es parte de un sentido, de una realidad vital, de una misión.
¿Quieres conocer algunas de las características fundamentales de un Líder? Aquí están...
Acciona: Lucha por los objetivos hasta alcanzarlos, sin rendirse y ¡con persistencia!
Brilla: Sobresale por su gran energía y espíritu de trabajo, por la claridad de sus ideas.
Tiene valor: No se cae frente a los problemas y adversidades; no se desalienta porque tiene una convicción a prueba, sobre lo que él desea lograr y cree importante.
Entusiasma y apasiona: Entusiasma a su gente la cual percibe que los objetivos que el líder persigue son beneficiosos y positivos. Contagia su pasión sobre la idea que sugiere.
Comunica con excelencia y efectividad: Tiene una gran habilidad de ofrecer y "vender" su visión y hace saber sus planes desde la sugerencia.
Maneja: Es capaz de utilizar su autoridad cuando es necesario. Es comprensivo pero no "blando", sabe decidir la forma de llegar a los demás para mantener un buen clima de relación. No es autoritario, sino todo lo contrario.
Exige: Es muy exigente ante todo consigo mismo y por ende con las personas que lo siguen, intentando enfocarse en la excelencia (hace lo mejor que puede con lo que tiene) en vez de enfocarse en el perfeccionismo (en el error y en lo que falta).
Simpatiza y se divierte: Tiene carisma y magnetismo y esto hace sentir bien a su gente. Siempre hay lugar para la relajación, la flexibilidad y por qué no un poco de humor desde su iniciativa.
Es honesto y coherente: Tiene valores morales y éticos que son sus principios y pilares básicos en los cuales se basa su filosofía de vida y permite que las personas que lo siguen sientan confianza en él. Es una persona que tiene coherencia entre lo que dice y hace.
¿No sería bueno que pongas a tu disposición estos atributos?
Si tomas la decisión, puedes desarrollarlos hasta hacerlos parte de tu accionar cotidiano y poco a poco convertirlos en tu forma de ser.
Para liderar tu vida no necesitas contratar un Líder. Puedes aprender a ser tu propio líder, tu propio motivador, tu propio guía hacia tus objetivos luchando con ahínco para alcanzar los resultados que deseas.
Te preguntarás... ¿Y eso cómo se hace? ¿Por dónde empiezo?
El secreto es comenzar con esta simple pregunta: ¿Qué quiero?
Pregúntate a ti mismo: ¿Qué es lo que realmente quiero?
Stephen Covey (en su libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva) sugiere como hábito comenzar con un fin en mente para hacer posible que nuestra vida tenga razón de ser. La creación de una visión de lo que queremos lograr permite que nuestras acciones estén dirigidas a lo que verdaderamente es significativo en nuestras vidas.
Esto implica que empieces HOY con una figura mental, una imagen de la vida que quieres vivir desde la cual partirás para analizar las demás cosas. Partir de lo que realmente te importa más.
Si tienes claro ese objetivo, podrás trabajar y asegurarte de que lo que hagas cada día esté alineado con ese marco que has definido como lo más importante y que cada día tus acciones estén enfocadas en esa visión de vida que "ves" como un todo.
Y así irás construyendo tu destino. El destino que tú mismo marcas y decides recorrer para comprender mejor donde te encuentras para seguir dando los pasos adecuados en la dirección correcta.
Siempre existe primero una creación mental y luego una creación física.
¡Fija tu destino! ¡Planifica tu mejor ruta!
Antes de hacer un jardín, lo distribuimos mentalmente, o tal vez en un papel.
Se escriben discursos antes de exponerlos.
Se diseña la ropa antes de enhebrar la aguja.
Se escribe y compone una canción y se prepara el contexto de interpretación antes de cantarla...
¡Tú puedes hacerlo! ¿Acaso no valdría la pena que lo intentes?
Entonces, escribe a continuación:
Con amor,
Ani Vera
Si tomas la decisión, puedes desarrollarlos hasta hacerlos parte de tu accionar cotidiano y poco a poco convertirlos en tu forma de ser.
Para liderar tu vida no necesitas contratar un Líder. Puedes aprender a ser tu propio líder, tu propio motivador, tu propio guía hacia tus objetivos luchando con ahínco para alcanzar los resultados que deseas.
Te preguntarás... ¿Y eso cómo se hace? ¿Por dónde empiezo?
El secreto es comenzar con esta simple pregunta: ¿Qué quiero?
Pregúntate a ti mismo: ¿Qué es lo que realmente quiero?
Stephen Covey (en su libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva) sugiere como hábito comenzar con un fin en mente para hacer posible que nuestra vida tenga razón de ser. La creación de una visión de lo que queremos lograr permite que nuestras acciones estén dirigidas a lo que verdaderamente es significativo en nuestras vidas.
Esto implica que empieces HOY con una figura mental, una imagen de la vida que quieres vivir desde la cual partirás para analizar las demás cosas. Partir de lo que realmente te importa más.
Si tienes claro ese objetivo, podrás trabajar y asegurarte de que lo que hagas cada día esté alineado con ese marco que has definido como lo más importante y que cada día tus acciones estén enfocadas en esa visión de vida que "ves" como un todo.
Y así irás construyendo tu destino. El destino que tú mismo marcas y decides recorrer para comprender mejor donde te encuentras para seguir dando los pasos adecuados en la dirección correcta.
Siempre existe primero una creación mental y luego una creación física.
¡Fija tu destino! ¡Planifica tu mejor ruta!
Antes de hacer un jardín, lo distribuimos mentalmente, o tal vez en un papel.
Se escriben discursos antes de exponerlos.
Se diseña la ropa antes de enhebrar la aguja.
Se escribe y compone una canción y se prepara el contexto de interpretación antes de cantarla...
¡Tú puedes hacerlo! ¿Acaso no valdría la pena que lo intentes?
Entonces, escribe a continuación:
¿Qué es lo que realmente quieres para tu vida?
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Es mejor cojear por el camino
que avanzar a grandes pasos fuera de él.
Pues, quien cojea en el camino,
aunque avance poco, se acerca a la meta;
mientras que quien va fuera de él,
cuanto más corre, más se aleja.
San Agustín
que avanzar a grandes pasos fuera de él.
Pues, quien cojea en el camino,
aunque avance poco, se acerca a la meta;
mientras que quien va fuera de él,
cuanto más corre, más se aleja.
San Agustín
Con amor,
Ani Vera
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