Cuando te decides a hacer cambios en tu vida, uno de los primeros obstáculos con el que puedes encontrarte es el de sentirte inseguro. La emoción de inseguridad se presentará en mayor o menor medida dependiendo del cambio que estás buscando pero siempre aparece. Hoy quiero presentarte el mayor aliado que tendrás para enfrentarte con este sentimiento bloqueador que no te deja avanzar. ¿Cuál es este gran aliado?
Me refiero a TU AUTOESTIMA.
Desde una mirada ontológica podemos decir que la autoestima es un estado de ánimo conformado por los pensamientos que tienes en tu mente sobre tu propio valor como ser humano.
Podemos decir también que la autoestima es una percepción mental que tienes sobre ti mismo que influye directa y constantemente en tu estado emocional que es el que abre o cierra las puertas a nuevas posibilidades. ¿Por qué digo esto?
Toda idea, pensamiento o creencia que tengas sobre ti mismo estará afectando directamente tus emociones que son las que te predisponen a la acción para obtener resultados. Te pongo un ejemplo para que me entiendas mejor de qué hablo.
Si una persona constantemente piensa y se dice a sí misma cosas como...
“No sirvo para esto...”.
“No soy capaz...”.
“No podré lograrlo, lo sé...”.
“No tengo el conocimiento...”.
“Nunca lo hice, no puedo...”.
“No soy bueno en esto...”.
“¿Quién me va a mirar... a quién le voy a interesar si soy “así”...?”.
¿Cómo te parece que estará siendo su autoestima?
Lee todo el artículo aquí.
Por una vida con bienestar, amor y en libertad...
Ani Vera
jueves, 21 de abril de 2011
viernes, 8 de abril de 2011
7 pasos para convertir tu emprendimiento en un negocio próspero
Resumen: "No puedo lograr prosperidad en mi emprendimiento. Hace varios años que vengo intentando, me cuesta lograr los objetivos que me he propuesto. Estoy desanimada, desganada". Es lo que me expresó una de las lectoras al inscribirse a mi boletín. En este artículo comparto contigo 6 pasos que te ayudarán darle un giro diferente a este asunto. En la Real Academia Española, la palabra "prosperidad" se define como:
"Buena suerte o éxito en lo que se emprende, sucede u ocurre."
Para lograr esa "buena suerte" en nuestros emprendimientos (así como sucede con todo en la vida), resulta estrictamente necesario definir detalladamente la visión de lo que queremos lograr y luego, ponernos en acción para que eso comience a manifestarse en la realidad.
Podemos decir que la "suerte" es una combinación de preparación más atención.
Cuando hablo de "preparación", me refiero a buscar los recursos que hacen falta, entrenarnos en los conocimientos necesarios y ponernos en acción. Y cuando digo "atención", me refiero a hacernos más conscientes del proceso, a prestar atención a las oportunidades que pueden presentarse, a darnos la oportunidad de desarrollar nuestra creatividad generando los contextos adecuados para que la misma ocurra, a dejar fluir nuestra imaginación, pero por sobre todo, a conectarnos con nosotros mismos.
Cuando un emprendedor siente en el camino que no está logrando los objetivos que se había propuesto y se desanima, por lo general esto es resultado de estar centrándose sólo en sí mismo.
¿Cómo cambiar esto?
Sigue leyendo todo el artículo aquí.
Con amor,
Ani Vera
"Buena suerte o éxito en lo que se emprende, sucede u ocurre."
Para lograr esa "buena suerte" en nuestros emprendimientos (así como sucede con todo en la vida), resulta estrictamente necesario definir detalladamente la visión de lo que queremos lograr y luego, ponernos en acción para que eso comience a manifestarse en la realidad.
Podemos decir que la "suerte" es una combinación de preparación más atención.
Cuando hablo de "preparación", me refiero a buscar los recursos que hacen falta, entrenarnos en los conocimientos necesarios y ponernos en acción. Y cuando digo "atención", me refiero a hacernos más conscientes del proceso, a prestar atención a las oportunidades que pueden presentarse, a darnos la oportunidad de desarrollar nuestra creatividad generando los contextos adecuados para que la misma ocurra, a dejar fluir nuestra imaginación, pero por sobre todo, a conectarnos con nosotros mismos.
Cuando un emprendedor siente en el camino que no está logrando los objetivos que se había propuesto y se desanima, por lo general esto es resultado de estar centrándose sólo en sí mismo.
¿Cómo cambiar esto?
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Con amor,
Ani Vera
martes, 5 de abril de 2011
Ofrece lo mejor de ti sin sentir que pierdes la humildad
Resumen: En los inicios de mi trabajo como coach recuerdo que una de las cosas que temía era perder la humildad y la sencillez de una persona que amaba la vida y admiraba lo sencillo. Esto fue exactamente lo que Nacho, un lector de mi boletín me expresó días atrás. En este artículo comparto contigo mis reflexiones para que puedas brindarte de lleno al mundo haciendo a un lado este temor.
* Temor al rechazo...
* Miedo de que la gente de tu entorno se aleje por ir tras tus sueños...
* Temor a perder relaciones...
* Miedo a que te dejen, no te quieran más, te critiquen por “soberbio”, hablen de ti diciendo que te crees “no se qué” y que piensen “este ha cambiado, antes solía ser...”.
Frases que resuenan en mi mente y me remontan varios años atrás.
En aquel momento, temía mostrar quien en verdad yo era. ¿Razones? Mandatos, preceptos, “los debo”, “los tengo qué”. Ocultaba mi VERDAD; me “protegía” de los otros. Lo que no sabía en ese momento era que estaba escondiendo mi más preciado tesoro; estaba privando al mundo de beneficiarse de lo MEJOR DE MI.
Por un lado sentía un deseo ardiente de dar lo mejor de mi ser. Deseaba con todo mi corazón encender mi propio potencial para poder comenzar a encender (o re-encender) también el de los demás.
Fue y esta siendo un camino de aventuras, de rosas y a veces, de espinas. Estas últimas comenzaron a hacerse cada vez más débiles en el momento en que me pregunté a mi misma...
Sigue leyendo todo el artículo aquí...
Con amor,
Ani Vera
* Temor al rechazo...
* Miedo de que la gente de tu entorno se aleje por ir tras tus sueños...
* Temor a perder relaciones...
* Miedo a que te dejen, no te quieran más, te critiquen por “soberbio”, hablen de ti diciendo que te crees “no se qué” y que piensen “este ha cambiado, antes solía ser...”.
Frases que resuenan en mi mente y me remontan varios años atrás.
En aquel momento, temía mostrar quien en verdad yo era. ¿Razones? Mandatos, preceptos, “los debo”, “los tengo qué”. Ocultaba mi VERDAD; me “protegía” de los otros. Lo que no sabía en ese momento era que estaba escondiendo mi más preciado tesoro; estaba privando al mundo de beneficiarse de lo MEJOR DE MI.
Por un lado sentía un deseo ardiente de dar lo mejor de mi ser. Deseaba con todo mi corazón encender mi propio potencial para poder comenzar a encender (o re-encender) también el de los demás.
Fue y esta siendo un camino de aventuras, de rosas y a veces, de espinas. Estas últimas comenzaron a hacerse cada vez más débiles en el momento en que me pregunté a mi misma...
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Con amor,
Ani Vera
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