ReINgeniería de Vida para Crear Abundancia, Bienestar y Libertad desde Tu Esencia: Aléjate un día

viernes, 16 de mayo de 2008

Aléjate un día

Este texto llamó mucho mi atención cuando lo leí y me invitó a reflexionar acerca de mi necesidad cada tanto de conectarme con la nada... despojarme de todo cuanto me preocupe, me ate a algo o me genere ansiedad (problemas u obstáculos del día a día, las responsabilidades, nuestras cargas y dudas, etc.).

"Conectarnos con la nada" sonará raro para algunos, aunque creo al mismo tiempo que todos alguna vez hemos experimentado algún momento parecido a eso... de relax, donde sentimos que el tiempo no pasa, donde por un momento hemos perdido la noción de lo que estaba ocurriendo a nuestro alrededor, algo así como una dulce inconsciencia nacida de la propia consciencia.

Desconectarnos de todo para conectarnos con la nada implica desde mi mirada, darnos permiso para renovarnos y purificarnos. De alguna manera es viajar hacia nosotros mismos, sin cuestionarnos, simplemente dejándonos ser, así como salga, como nos nazca en el momento.

En este desconectarme de todo para conectarme conmigo puedo encontrar el camino de SER quien naturalmente soy y no por los roles o tenencias sociales que me caracterizan.

Estaba pensando como lo haré... y estoy analizando la posibilidad de tomarme 1 día para "distanciarme y encontrarme con la nada" si es posible mensualmente.
Creo que será un "refresh" completamente renovador y clarificador.

¿Y ustedes qué opinan?

Aquí abajo les dejo el artículo del cual les hablaba.

Que tengan una preciosa semana.

Cariños,
Ana Cecilia


Aléjate un día

Frecuentemente pensamos que nuestras cosas., grandes o pequeñas, deben ser atendidas continuamente y al detalle, o nuestro mundo se desintegrará y perderemos nuestro sitio en el universo.

Esto no es verdad, o si lo es entonces nuestras situaciones son tan temporales que ya hubieran colapsado.

Mas o menos una vez al año, me regalo un día para mi. En la víspera de mi día de ausencia comienzo a desatar los vínculos que me amarran. Les informo a mi familia y amigos que no voy a estar asequible por las próximas 24 horas; entonces apago el teléfono, pongo el radio en una estación que solo tenga música, con preferencia una que ponga música vieja. Me sumerjo por lo menos una hora en una bañera de agua caliente, y luego preparo la ropa para mi escapada matutina; y sabiendo que nada ma va a inquietar, duermo como un lirón.

Por la mañana me despierto en forma natural, ya que no puse el despertador ni le informé a mi reloj interior cuándo debía levantarme. Me pongo ropa casual y zapatos cómodos y salgo de mi casa rumbo a ninguna parte. Si estoy en una ciudad, camino por las calles, veo las vidrieras o los edificios, entro y salgo de parques y jardines, bibliotecas, rascacielos y cines. No me quedo en ninguna parte demasiado tiempo.

En este día de escape, escojo tener amnesia. No quiero saber ni nombre, donde vivo o cuantas responsabilidades pesan sobre mis hombros. Detesto hasta encontrar a un amigo cercano, porque ellos me recuerdan quien soy y las circunstancias de mi vida que he decidido olvidar por un rato.

Toda persona necesita distanciarse un día. Un día en que de manera conciente separe el pasado del futuro. Trabajo, amantes, familia, empleados y amigos pueden existir un día sin nosotros, y si nuestro ego nos lo permite confesar, todos podrían existir eternamente sin nosotros.

Cada persona tiene derecho a un día lejos en el cual no confronte problemas ni busque soluciones. Todos necesitamos abstraernos de las preocupaciones que no se abstraen de nosotros; horas de deambular sin rumbo fijo con tiempo para sentarnos en el banco de un parque, observando el misterioso mundo de las hormigas y las copas de los árboles.

Si nos alejamos por un tiempo, no seremos irresponsables como alguien podrá acusarnos, sino que nos estamos preparando para desempeñarnos mejor cuando reasumamos nuestras obligaciones y responsabilidades.

Cuando vuelvo a casa, siempre me sorprendo de encontrar que algunas preguntas que traté de evadir han sido respondidas, y que algunas madejas que había esperado desenredar han quedado disueltas en mi ausencia.

Un día lejos actúa como un tónico de primavera: disipando el rencor, transformando la indecisión y renovando el espíritu

Autor: Maya Angelou.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Blog Widget by LinkWithin
Tu información está 100% protegida y no será compartida con nadie.