ReINgeniería de Vida para Crear Abundancia, Bienestar y Libertad desde Tu Esencia: La Paz Perfecta

lunes, 1 de diciembre de 2008

La Paz Perfecta

Hoy quiero regalarte otro texto que se encuentra al final de mi reflexión, que versa sobre la PAZ. Al leerlo me invitó a reflexionar sobre este sentimiento que tanto anhelamos y necesitamos en nuestras vidas.

¿Cuándo nos sentimos en paz?

Sostenemos que podemos sentir paz cuando podemos aceptar la facticidad de la vida, es decir, aquellas cosas que no podemos cambiar.

Nos sentimos en paz, cuando dejamos de luchar; en su lugar, paramos la marcha, reflexionamos, tomamos conciencia de la situación y dejamos de pelear en contra de esas cosas de la vida que sabemos no se modificarán, sobre las que no tenemos poder.

¿Un ejemplo de facticidad?
Las experiencias negativas y difíciles que hemos tenido que atravesar en el pasado.

¿Cuál es la clave entonces para sentir PAZ?

La clave está en la aceptación.

Si nos oponemos o nos resistimos a aquello que no podemos cambiar, lo que deviene es el resentimiento... ¿Qué hacemos desde el resentimiento? Buscamos culpables; éstos culpables pueden ser una persona o un grupo de personas, una situación y hasta la vida misma. Perdemos el tiempo y energías juzgando que nada podemos hacer para que los cambios se produzcan.

En forma contraria, cuando aceptamos, nos sentimos en paz con nuestras posibilidades y salimos a buscarlas, sin quedarnos atrapados en lo que no tenemos control.

En el ejemplo de la facticidad de nuestro pasado negativo, si nos posicionamos desde la aceptación, podemos relacionarnos con esa historia que vivimos aceptándola, aún reconociendo que nos hubiera gustado que fuera de otra manera.

Si aceptamos, liberamos energías negativas, cargamos nuestras "pilas" de motivación y podemos crear posibilidades que todavía no existen.

Aceptar no significa que tenga que gustarnos lo que sucedió en el pasado o que estemos de acuerdo con ello. Aceptar significa para nosotros, tomar responsabilidad de algo que ya sucedió y fue de esa manera.

En lugar de enfocamos en luchar contra esos momentos que ya ocurrieron, lo que necesitamos hacer es aceptarlo y poner esa energía a disposición de nuestros sueños y objetivos.

Sostenemos que la aceptación viene de la mano del respeto. Si aceptamos diferentes miradas, personas diferentes a nosotros, estamos respetando al otro como legítimo otro.

Desde el coaching ontológico aprendemos a observar y a respetar que existen diferentes puntos de vista para cada ser humano e intentamos construir acuerdos efectivos a partir de estas diferencias para lograr una transformación en la convivencia con el otro.

Aprendemos a darle a nuestros pares la posibilidad de que sean como quieran ser a pesar de no estar de acuerdo con eso. Esto no significa que estemos justificando su accionar, simplemente le damos el permiso para expresarse con libertad y con su forma especial de ser.

Esto se traduce en lo más maravilloso y desafiante que el ser humano se enfrenta hoy en día, nada más y nada menos que con su propia existencia, que cobra sentido a través de las relaciones que forja con quienes convive.

Ten en cuenta el siguiente check-list...
ACEPTAR significa:
  • Hacer importante cómo te sientes en lugar de lo que está pasando.
  • Hacer importante tu equilibrio en lugar de dejarte llevar por la situación.
  • Hacer importante la relación en lugar de buscar tener razón y respuestas para todo.
  • Hacer importante tus objetivos y sueños en lugar de enfocarte en las circunstancias que no son como a ti te gustarían que fueran.
En el próximo post te regalo algunas preguntas para que te observes en tu capacidad de aceptación. Búscalas aquí Preguntas Poderosas Que Abren Posibilidades.

Me despido de ti con una sonrisa deseándote que pases un hermoso día...
Con amor,
Ana Cecilia


LA PAZ PERFECTA

Había una vez un Rey que ofreció un gran premio, a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta.

Muchos artistas lo intentaron.

El Rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubo dos que realmente le gustaron y tuvo que escoger una entre ellas.

La primera era un lago muy tranquilo.
Este lago era un espejo perfecto, donde se reflejaban unas placidas montañas que lo rodeaban.
Sobre estas se encontraba un cielo muy azul, con tenues nubes blancas.

Todos los que miraron esta pintura, pensaron que esta reflejaba la paz perfecta.

La segunda pintura tambien tenía montañas.
Pero estas eran escabrosas y descubiertas.
Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos.
Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua.
Todo esto no se revelaba, para nada, pacífico.

Pero cuando el rey observó cuidadosamente, miró tras la cascada un delicado arbusto que crecía una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido.
Allí, en medio del rugir de la violenta caída del agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en medio de su nido...

¡Paz perfecta!

¿Cuál crees que fue la pintura ganadora?

El Rey escogió la segunda. 

¿Sabes porqué?

Porque -explicaba el rey-, paz no significa estar en un lugar sin ruido, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor.

Paz significa que a pesar de estar en medio de todas estas cosas, permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Esta es el verdadero significado de la paz.

Fuente: Autor desconocido.

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