Cuando un pastor leía un libro, se le acercó un anciano y al ver el libro le dijo:
- Es un libro que dice lo que dicen casi todos los libros. De la incapacidad de las personas para escoger su propio destino y termina haciendo que todo el mundo le dé crédito a la mayor mentira del mundo.
- ¿Cuál es la mayor mentira del mundo?- Preguntó sorprendido el muchacho.
- En un momento determinado de nuestra existencia perdemos el control de nuestra vida y ella pasa a ser gobernada por el destino.
Autor: COELHO, Paulo: `El Alquimista', Ed. Obelisco, ISBN 84-7720-144-7, 28 edición, pag. 36.
Como coach, trabajo con mis clientes y alumnos enfocándome en su forma de ser, su forma de observar, su manera de accionar a partir de sus observaciones y los resultados que puede obtener con ello.
Parto del convencimiento de que existe la posibilidad de que descubran ese potencial que vive en su interior para que logren aquello que no han conseguido aún y sin embargo sí están comprometidos a alcanzar, y los acompaño en el camino para que logren eso y muchísimo más que hoy no ven como posible.
Estamos inmersos en una sociedad en la que está instalado un discurso negativo que nos posiciona (si lo permitimos) como víctima de las circunstancias.
"Este es mi destino... estoy condenado a esto".
"Todo es culpa del país en el que vivo... aquí no tengo oportunidades".
"Esto es así, es lo que me tocó y tengo que aceptarlo".
...
Esta posición es peligrosa, porque nos mantiene en la parálisis de "esperar" que algo afuera ocurra y nos salve de los problemas y obstáculos que se presentan. En el vivir esperando, no hacemos nada y las cosas siguen igual o peor. ¿Esto es lo que quieres para tí?
"No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas".
Séneca, Lucio Anneo.
Desde mi mirada, no existe tal destino escrito y trazado para cada uno de nosotros.
Tú mismo puedes crear el destino de tu vida paso a paso, visualizando cómo quieres ser, qué quieres hacer y qué quieres tener.
Necesitas ser el protagonista de tu historia y del discurso que has elegido como válido para ti.
En lugar de declarar constantemente que lo que te ocurre es a causa de tu destino, declárate responsable de tu vida y házte cargo de tus errores aprendiendo de ellos. Siempre que puedas controlar tu capacidad de responder al mundo, serás dueño de tu destino porque sea lo que sea que ocurra en tu vida, tú puedes elegir cómo responder.
=> Es como un juego de cartas, no puedes controlar qué cartas te van a tocar, pero sí puedes controlar y elegir cómo jugar el juego.
Tú puedes trascender tus circunstancias y elegir la respuesta que configurará tu destino independientemente del resultado.
¿Cómo quieres que sea tu destino?
¿Cómo te visualizas en unos años?
¿Qué te gustaría que ocurra?
¿Cómo te gustaría vivir?
¿Qué experiencias te harían feliz?
Y como última pregunta de este post:
¿Qué tendrías que estar haciendo hoy (que no estás haciendo) para crear el destino que quieres para tu vida?
En tu respuesta está la posibilidad de diseñar tu futuro, de diseñar tu destino.
¿Qué estás esperando?
Con amor,
Ani Vera
- Es un libro que dice lo que dicen casi todos los libros. De la incapacidad de las personas para escoger su propio destino y termina haciendo que todo el mundo le dé crédito a la mayor mentira del mundo.
- ¿Cuál es la mayor mentira del mundo?- Preguntó sorprendido el muchacho.
- En un momento determinado de nuestra existencia perdemos el control de nuestra vida y ella pasa a ser gobernada por el destino.
Autor: COELHO, Paulo: `El Alquimista', Ed. Obelisco, ISBN 84-7720-144-7, 28 edición, pag. 36.
Como coach, trabajo con mis clientes y alumnos enfocándome en su forma de ser, su forma de observar, su manera de accionar a partir de sus observaciones y los resultados que puede obtener con ello.
Parto del convencimiento de que existe la posibilidad de que descubran ese potencial que vive en su interior para que logren aquello que no han conseguido aún y sin embargo sí están comprometidos a alcanzar, y los acompaño en el camino para que logren eso y muchísimo más que hoy no ven como posible.
Estamos inmersos en una sociedad en la que está instalado un discurso negativo que nos posiciona (si lo permitimos) como víctima de las circunstancias.
"Este es mi destino... estoy condenado a esto".
"Todo es culpa del país en el que vivo... aquí no tengo oportunidades".
"Esto es así, es lo que me tocó y tengo que aceptarlo".
...
Esta posición es peligrosa, porque nos mantiene en la parálisis de "esperar" que algo afuera ocurra y nos salve de los problemas y obstáculos que se presentan. En el vivir esperando, no hacemos nada y las cosas siguen igual o peor. ¿Esto es lo que quieres para tí?
"No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas".
Séneca, Lucio Anneo.
Desde mi mirada, no existe tal destino escrito y trazado para cada uno de nosotros.
Tú mismo puedes crear el destino de tu vida paso a paso, visualizando cómo quieres ser, qué quieres hacer y qué quieres tener.
Necesitas ser el protagonista de tu historia y del discurso que has elegido como válido para ti.
En lugar de declarar constantemente que lo que te ocurre es a causa de tu destino, declárate responsable de tu vida y házte cargo de tus errores aprendiendo de ellos. Siempre que puedas controlar tu capacidad de responder al mundo, serás dueño de tu destino porque sea lo que sea que ocurra en tu vida, tú puedes elegir cómo responder.
=> Es como un juego de cartas, no puedes controlar qué cartas te van a tocar, pero sí puedes controlar y elegir cómo jugar el juego.
Tú puedes trascender tus circunstancias y elegir la respuesta que configurará tu destino independientemente del resultado.
¿Cómo quieres que sea tu destino?
¿Cómo te visualizas en unos años?
¿Qué te gustaría que ocurra?
¿Cómo te gustaría vivir?
¿Qué experiencias te harían feliz?
Y como última pregunta de este post:
¿Qué tendrías que estar haciendo hoy (que no estás haciendo) para crear el destino que quieres para tu vida?
En tu respuesta está la posibilidad de diseñar tu futuro, de diseñar tu destino.
¿Qué estás esperando?
Con amor,
Ani Vera
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