Inyecta gratitud a tu vida

Estoy leyendo un libro del Dr. Humberto Maturana Romesín "El sentido de lo humano" (te lo recomiendo ampliamente), y entre tantas vivencias y sabiduría que estoy aprendiendo de este admirable señor (al que le dicen el abuelo del coaching), elegí esta experiencia que él cuenta sobre su niñez.

La elegí para compartirla contigo porque quiero mostrarte lo importante que es incorporar el sentido de gratitud en tu vida.

Reconocer y valorar cada privilegio material o espiritual que tengas en tu haber, es un requisito fundamental si deseas trabajar en ti mismo para emprender los cambios que necesitas.

"En una ocasión, cuando yo tenía once años, acompañé a mi madre, quien era asistente social, visitadora social se decía entonces, en una visita a una familia de obreros del ladrillo, en lo que en esa época, 1940, era Punta de Rieles, al final de Macul. Allí llegamos a una vivienda que era un hoyo rectangular en la tierra con un techo inclinado, y en cuyo interior se encontraba una mujer tendida en el suelo, enferma, cubierta de harapos. Junto a ella estaba un niño, menor que yo.
Al verlo pensé: "Yo podría ser ese niño, pero no lo soy, y nada en mí justifica el que yo tenga una casa, pobre pero casa, que yo pueda ir al colegio y comer todos los días, y que este niño no. No es mérito mío, es sólo un regalo de la existencia; nada de lo que tengo me pertenece y sólo me cabe estar agradecido mientras lo tenga". Esa experiencia cambión mi vida porque desde entonces viví en la conciencia de que la vida que uno vive es sólo un regalo del que no cabe otra cosa que estar agradecido, y las cosas buenas que uno viva no significan que uno sea mejor que cualquier otro que no las tenga y las cosas malas que a uno le pasan no significan tampoco que uno sea peor que otros que no las viven. Ese niño y yo éramos igualmente dignos."
Humberto Maturana R. - Extraído del libro "El Sentido de lo Humano" - Ed. Granica.


Te propongo 2 tips para inyectar gratitud a tu vida:

1. Al despertarte y antes de hacer alguna otra cosa, tóma un momento para enumerar tus bendiciones: tus privilegios mentales, espirituales y materiales.
   
2. Luego intenta descubrir algo especial en ese día, algo por lo cual puedas sentirte agradecido.

Quiero que encares cada día con una actitud positiva para que generes en ti estados de ánimos que te apoyen a lo largo de toda la jornada.

Si eres agradecido en forma constante, día tras día, este sentimiento te mantendrá en contacto con tu más fuerte potencial. Te ayudará a descubrir nuevas oportunidades y poner en acción recursos dormidos en ti que de otra forma habrían permanecido ocultos u olvidados.

Si haces de este ejercicio de gratitud un hábito diario, este sentimiento te hará sentir la experiencia mas enriquecedora de la existencia.

Con amor,
Ani Vera